¿Te acuerdas de Dory?

 

Ese pececillo azul de la película “Buscando a Nemo” que no podía recordar más que su familia vivía en Morro Bay.

 

Su memoria a corto plazo era bastante mala.

Ella lo llevaba bien, pero lo cierto es que no poder retener nada más en su cerebro tenía sus consecuencias más o menos problemáticas.

 

Esta situación que puede ser graciosa en una película de dibujos animados, no lo es en absoluto si ocurre en la vida real.

 

Lamentablemente, en la sociedad actual cada vez hay más personas con problemas para retener la información.

 

¿Por qué?

Porque la mayoría de la población vive con grandes dosis de estrés provocado por una vida llena de obligaciones, fechas límite, falta de sueño y más cosas.

 

Y según la neurociencia todo eso puede ser el desencadenante de la reducción de la memoria a corto plazo.

 

Estamos inmersos en un mundo repleto de información.

Vamos a internet.

Leemos titulares, vemos fotos y tenemos tantos estímulos audiovisuales que a nuestro cerebro le es difícil seleccionar lo que quiere guardar y recordar.

 

Vamos, que le cuesta precisar que es lo importante y qué no lo es.

 

 

Parece que nosotros también lo llevamos bien.

 

Si no recordamos, por ejemplo, el nombre de un actor o un dato, vamos a Google y lo buscamos, y a otra cosa.

 

La verdad es que esto no ayuda mucho.

 

De hecho, si no entrenamos la memoria, es muy probable que esta se deteriore, sobre todo la de corto plazo.

 

 

Desde luego es 99,99% improbable que llegues al punto “Dory”.

Pero sí podría pasar que no recuerdes dónde has dejado las llaves hace una hora o que te resulte difícil contar el argumento de una serie que viste hace dos noches porque no te acuerdas de los detalles.

 

Y que sea cada día más frecuente.

 

 

 

Entonces sí que hay muchas probabilidades de que eso te produzca estrés y entres en el círculo

 

«pérdida de memoria – estrés – más pérdida de memoria – mayor estrés”

 

Eso por no hablar de los efectos que tiene la memoria sobre la visión.

Esto último te lo cuento en otra ocasión.

 

 

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