Si ya practicas yoga, sabrás la importancia que le damos a los ejercicios de respiración consciente.

Todos y todas respiramos mientras estamos vivos. Sin embargo, no siempre lo hacemos correctamente. La mayor parte del tiempo estamos desconectadas de nuestra respiración natural.

Y, ¿cuál es la respiración natural?

Seguro que has visto muchas veces a un bebé dormido. Habrás notado que cuando respira infla y desinfla su tripa completa y rítmicamente. Se llena y se vacía totalmente de aire y de prana.

Lamentablemente, debido al estrés, las emociones reprimidas, los pensamientos negativos y otros factores, vamos perdiendo esa forma de respirar y adoptamos una respiración más superficial y a menudo más rápida.

De este modo nos desconectamos cada vez más de nuestra respiración natural y alimentamos la tensión corporal y mental.

Dicha tensión es la causa de muchas de las dolencias físicas y emocionales. Y también es la causa de la mayoría de los problemas visuales.

La buena noticia es que tú puedes cambiar tu patrón respiratorio a voluntad y con ello conseguir una mayor relajación. Al respirar diafragmáticamente el cuerpo se repara, la mente se calma y las emociones entran en un nuevo equilibrio.

No me voy a extender en todas las bondades de la respiración consciente, que son muchas, porque hoy quiero centrarme en cómo puede ayudarte en tu práctica de yoga y terapia visual.

¿Por qué es tan importante la respiración consciente para tu salud visual?

En primer lugar, porque una respiración correcta permite un mayor aporte de oxígeno a todos los órganos del cuerpo, incluido el cerebro.

Y si hay un órgano que necesita oxígeno para respirar, es precisamente este último.

Dado que el 90% del peso de la visión la lleva el cerebro, si está bien oxigenado, todas sus áreas mejoran su función. Por lo tanto el córtex visual, donde se procesan las imágenes, se beneficia notablemente y eso mejora la capacidad de ver de tu cerebro.

En segundo lugar, una respiración larga y profunda induce la relajación. Unos ojos relajados ven mucho mejor que cuando están tensos.

Quizá hayas notado que tu visión varía durante el día y también que cuando estás muy estresado/a tu visión empeora. Además cuando vives en tensión, el sistema visual se fatiga y pueden aparecer síntomas como el dolor de cabeza, irritación ocular o falta de concentración entre otros.

Otro aspecto importante de la respiración consciente, es que te permite estar más presente en el aquí y el ahora. Ese estado de presencia aumenta tu capacidad de concentración y de comprensión, por lo que la información que te llega a través de tus ojos se hace más clara.

Así mismo, una mejora de la atención y la concentración influye positivamente en las áreas del cerebro destinadas al procesamiento de imágenes, por lo que también influye en que veas mejor.

Otra de las razones fundamentales del porqué la respiración consciente ayuda a mejorar tu salud visual, es que retrasa el envejecimiento.

Ya sabes que popularmente existe la creencia de que la vista se deteriora con la edad.

Es evidente que todo el organismo se ve afectado por el paso del tiempo y que todos los tejidos, también los del ojo, van deteriorándose.

Sin embargo, con unos buenos hábitos que incluyan la relajación, el movimiento y una alimentación saludable, entre otros, podemos retrasar e incluso revertir este desgaste.

El cuidado de los ojos es esencial, porque si los ojos envejecen también lo hace el cerebro. Así que si quieres mantener tu cerebro en forma, una de las maneras más efectivas es mejorar tu salud visual y la calidad de tu visión.

En yoga visual, como en cualquier tipo de yoga, la respiración nasal es el principal medio para sintonizar con la energía vital (prana).

Desde el punto de vista del yoga es fundamental que las fosas nasales se mantengan bien limpias para mejorar la experiencia de la respiración consciente y esa captación de energía se realice de manera óptima.

Habitualmente, las fosas nasales acumulan un exceso de mucus que unido a otros agentes, como el polvo y la contaminación impiden que la función respiratoria sea totalmente satisfactoria.

Es importante expulsar dichos residuos para hacer una limpieza profunda de las fosas nasales. Y esto no se consigue solo sonando la nariz.

Para lograr dicha limpieza, los yoguis idearon varios métodos, entre los cuales el más sencillo y práctico es el Jala Neti.

Esta técnica forma parte de las herramientas de purificación del cuerpo y del apartado de purificación ocular para quienes practican el yoga visual y la visión natural.

Neti es el procedimiento para limpiar las fosas nasales, uno de los seis shatkarmas o técnicas de purificación interna del yoga

¿Qué es y cómo realizar Jala Neti?

Esta técnica consiste en introducir el agua por una fosa nasal y expulsarla por la otra.

Para ellos utilizaremos un Neti Lota o rinocornio. que es un recipiente parecido a una tetera.

Llena dicho recipiente con agua, preferentemente templada y añade una cucharadita de sal marina por cada medio litro de agua. Mi recomendación es que uses agua filtrada o hervida.

¿Cómo hacerlo?

La mejor forma de hacerlo es agachada/o en cuclillas o de pie, ligeramente inclinada/o hacia adelante y siguiendo estos sencillos pasos:

  • Inserta el embudo del lota por la fosa nasal izquierda. Mantén la boca abierta todo el tiempo y respira por ella durante todo el ejercicio. Inclina tu cabeza hacia el lado derecho. Automáticamente, el agua comenzará a salir por la fosa nasal derecha. Si no sucede así, gradúa la posición de la cabeza hasta que esto suceda. Esta práctica no requiere ningún esfuerzo. Solo trata de ajustar tu posición y relájate.
  • Después de unos segundos o cuando haya pasado la mitad del contenido del lota, retíralo y exhala con fuerza por la nariz (sin exagerar), para eliminar los restos de agua.
  • Introduce el lota por la fosa nasal derecha y repite los mismos pasos.

Cuando termines la limpieza asegúrate de que tus fosas nasales estén bien secas.

Para secarlas, ponte de pie y entrelaza las manos detrás de la espalda.

Inclina el tronco hacia adelante, de forma que la columna quede paralela al suelo, formando un ángulo recto con las piernas.

En esa posición deja que el agua escurra de las fosas por unos segundos. Vuelve a ponerte de pie y haz unas cuantas inhalaciones y exhalaciones enérgicas.

Es muy importante secar bien las fosas nasales para evitar las molestias que podrían ocasionar los restos de agua salada.

¿Qué beneficios tiene practicar este ejercicio de purificación?

  • Facilita y mejora la respiración nasal
  • Elimina mucosidad, suciedad, bacterias y residuos acumulados por la contaminación del aire.
  • La práctica del Jala Neti aumenta la resistencia contra los resfriados.
  • Mejora la salud de los ojos, nariz y oídos.
  • Es muy útil como terapia complementaria en el tratamiento del asma, neumonía, bronquitis y sinusitis.
  • Al estimular las terminaciones nerviosas de la nariz tiene un efecto tonificante sobre el cerebro y puede ayudarte a eliminar la tensión mental, la ansiedad o las migrañas.
  • En el aspecto energético, estimula la actividad del ajna chakra, el llamado «tercer ojo» o centro de la visión.

El neti es un excelente ejercicio de purificación ocular. Cuando lo haces, limpias la mucosidad de los senos en torno a los ojos y aumenta el aporte sanguíneo hacia ellos, lo que produce una agradable sensación de vitalidad en toda la zona.

Quizá en los primeros intentos, esta ducha nasal puede originar un ligero efecto de picor en las fosas nasales porque las membranas mucosas no están acostumbradas.

Este síntoma suele desaparecer a los pocos días de practica.

Aunque la ducha nasal es muy beneficiosa, no es recomendable abusar de ella. La recomendación es hacerlo de dos o tres veces por semana.

Aunque en algunos manuales puedes leer que se puede practicar cuantas veces quieras, yo te aconsejo que antes de hacerlo más veces, consultes con tu especialista de la salud, tu médico u optometrista, sobre todo en el caso de que seas propensa/o a sufrir hemorragias nasales.

Desde luego es una excelente técnica para mejorar los ejercicios respiratorios, aumentar la irrigación sanguínea a la zona ocular y estimular la visión. Además es súper refrescante, lo que puede ayudarte a combatir la fatiga visual, especialmente si trabajas muchas horas delante de un ordenador.

Y tú, ¿conocías esta técnica? ¿La practicas habitualmente?

Me encantaría sabes de tu experiencia.

Por último, quiero recomendarte un libro diferente sobre las técnicas de pranayama.

«Respirar es vivir» de Laurie Ellis Young

Está escrito por una profesora de yoga en colaboración con su marido que es psicólogo clínico. En él puedes encontrar un manual de técnicas respiratorias a las que puedes sacar mucho partido y generar bienestar.

Espero que te guste y que te sea útil.

Para seguir recibiendo información sobre yoga y terapia visual, te invito a participara en el club «Recupera tu visión real», haciendo clic en la imagen.

Publicaciones Similares