Antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio de yoga visual es importante tomar conciencia de la zona ocular y tratar de que esté lo más irrigada posible.

Los ejercicios o pautas de purificación mejoran la circulación sanguínea a los ojos y a todo el área alrededor de ellos.

También ayudan a eliminar las impurezas del tejido conjuntivo, de la base de los párpados y de las pestañas.

Además estimulan el funcionamiento de la glándula lagrimal y en consecuencia la lubricación del ojo, que es muy importante para mantener el ojo protegido y limpio, además de prevenir la sequedad ocular

Todos los ejercicios que voy a proponerte son muy sencillos de realizar. Se pueden hacer a cualquier hora del día. No obstante, aunque los hagas por la mañana o por la noche, te sugiero que elijas alguno de ellos para practicar antes de comenzar tu sesión de yoga ocular.

Si quieres también puedes escucharlo en mi podcast

¿Cuáles son los mejores ejercicios de purificación?

Dentro de este método puedes efectuar los siguientes ejercicios:

  • Salpicado
  • Neti
  • Excitación de las fosas nasales
  • Baño ocular
  • Baño solar
  • Frotación breve pero-ocular

Veámoslos con uno por uno con más detalle

Salpicado

El salpicado, como su propio nombre indica, consiste en echar agua hacia los ojos usando tus manos. Se realiza salpicando y alternando agua fría y caliente. Esto activa y tonifica las paredes de los vasos sanguíneos para mejorar la circulación.

Es recomendable que lo realices antes de tu práctica de yoga visual o en cualquier momento que sientas fatiga ocular, sobre todo después del uso prolongado de pantallas.

Si lo haces antes de ir a la cama, inicia con el agua fría y acaba con caliente. Así tendrás una sensación mayor de relajación que te ayudará a conciliar mejor el sueño.

“Este ejercicio dura aproximadamente un minuto y su finalidad es producir vasodilatación y vasoconstricción alternativamente, estimulando así la circulación y la vitalidad de la zona ocular.
Asimismo, aumenta la conciencia de los propios ojos (conciencia propioceptiva) y reduce la tensión ocular. He visto personas que sólo con esta técnica y algunos movimientos oculares han prevenido la aparición de la presbicia durante muchos años. También es de suma utilidad cuando el ojo se halla saturado por el abuso en la ingesta de fécula. En estos casos, o en el de la catarata incipiente se puede realizar varias veces por día.”

~ Dr Raúl Flint

El neti

Se trata de una limpieza nasal que se realiza con un recipiente diseñado para ese uso. Con ello eliminas la mucosidad de los senos en torno a los ojos que en ocasiones obstruyen y dificultan el paso de la lágrima a nuestros ojos a través del conducto lagrimal.

Para hacerlo pon agua con sal en una lota en la proporción de una cucharada de sal por litro de agua.

Inclina la cabeza hacia un costado e introduce el pico de la lota por el orificio superior mientras respiras profundamente por la boca. El agua saldrá por el otro orificio. Después repite del otro lado.

Siempre que te sea posible utiliza el agua filtrada y desinfecta bien la lota después de usarla.

Esta purificación es tan profunda que experimentarás una grata sensación de vitalidad, entre otras cosas porque mejora muchísimo la calidad de tu respiración.

Excitación de las fosas nasales

Para este ejercicio necesitarás unos bastoncillos de algodón empapado en una infusión de eufrasia o un aceite natural.

La técnica consiste en en frotar delicadamente la región de las fosas nasales, hacia el lado del tabique nasal y la zona contraria.

Primero introduces el bastoncillo por un canal de la nariz y luego por el otro. No es conveniente apretar, solo producir un ligero cosquilleo suficiente para estimular y hacer reaccionar a las glándulas lagrimales.

Puedes realizarla en cualquier momento del día.

Baño ocular

El ejercicio consiste en bañarse el ojo con unas bañeritas especiales que encajan perfectamente en el contorno de los ojos. El baño se hace con una infusión o tisana especial para los ojos como por ejemplo, de eufrasia, de manzanilla, de aciano, etc.

Cuando la infusión esté fría llena la bañerita e inclina la cabeza hacia abajo, colocando los ojos horizontales a la bañera.

Mueve los ojos dentro en todas direcciones y parpadea unas cuantas veces. Hazlo durante 1 ó 2 minutos con ambos ojos.

Mi recomendación es que lo hagas al menos 2 veces al día.

Este baño va a limpiar las impurezas acumuladas en la conjuntiva, en el saco conjuntival y en la base de las pestañas, donde se acumulan partículas que muchas veces son causa de enrojecimiento e inflamación ocular.

Baño solar

Aunque he dejado este ejercicio para el final, es uno de los más poderosos y eficaces cuando se trata de recuperar tu visión y eliminar la fatiga visual.

El baño solar o “sunning” es imprescindible si quieres despertar de nuevo tu visión e iniciar tu camino para ver bien sin gafas.

La luz del sol aporta múltiples beneficios a tus ojos, a tu cuerpo y a tu estado general. Ella es una gran aliada de nuestra salud.

Lamentablemente en la sociedad actual pasamos muy pocas horas al aire libre y está afectando a la salud general y a los ojos en particular.

La técnica consiste en orientar los ojos cerrados al sol (cuando no esté demasiado intenso) y realizar un ligero movimiento de la cabeza hacia un lado y hacia otro.

A pesar de que tus ojos están cerrados, la luz del sol a través de tus párpados produce una dilatación general de la red de vasos de la coroides y estimula la glándula pituitaria, lo que provoca una mejora del funcionamiento del sistema endocrino.

El doctor Meir Schneider, autor del libro “Yoga para los ojos” propone realizar esta técnica cada día y siempre que puedas, comenzando por unos pocos minutos y aumentando el tiempo de exposición paulatinamente.

Es una técnica excelente para mejorar la visión en todos los sentidos, tanto en el aspecto físico, como en el aspecto mental y emocional.

Te dejo aquí sus propias palabras

“Combinar dos minutos de asoleo con uno o dos minutos de palmeo, girándonos de espaldas al sol.
Empezar con 5 minutos y llegar hasta aproximadamente unos 25 minutos, respirando lenta y
profundamente. Es probable que percibas una sensación de relajación en los ojos a medida que se van acostumbrando a la luz brillante. Puede que también observes que el color que ves en la fase de asoleo se vuelva más brillante, mientras que el que ves en el palmeo se va haciendo progresivamente más oscuro hasta que llega a ser una negrura perfecta. Cuando eso suceda sabrás que los iris de tus ojos se han vuelto más flexibles y que pueden hacer el cambio de la oscuridad a la luz con más facilidad.

Así que es un buen entrenamiento para estimular la flexibilidad del iris. El nervio óptico estará más relajado lo que le permitirá recibir los estímulos con más comodidad y descansar
después de haberlos recibido.
Muy recomendado especialmente para los casos de vista cansada (presbicia)
“.


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