Ayer escribía un post sobre mi opinión y experiencia respecto a la menopausia. Es una forma de poner mi granito de arena para visibilizar el día mundial de la menopausia y honrar a las mujeres maduras y sabias.

Hoy se celebra otro día importante para la salud femenina: el día mundial del cáncer de mama.

El propósito de este día es concienciar a las mujeres de la importancia de un diagnóstico temprano. No olvidemos que este tipo de cáncer es el más común entre la población femenina.

Desde luego la detección temprana es súper importante, sin embargo, hacer todo lo que esté en tu mano para prevenirlo es esencial.

En este día se habla de «la lucha contra» «ganar la batalla», «combatir» y cosas parecidas. Desde siempre estas palabras me han chirriado cuando hablamos de enfermedad.

Mi opinión personal es que sería mejora cambiar el enfoque y aprender a relacionarnos con nuestras mamas de una manera honesta y amorosa, desde el punto de vista de generar salud y no de la lucha contra la enfermedad. Conocer cómo funcionan biológica y energéticamente. Nuestras mamas nos hablan de cuán conectadas estamos con el plexo cardiaco, con la tierra y con el amor de nuestro corazón.

Los pechos representan la energía nutritiva pues son la fuente potencial de alimento para el bebé y también fuente de alimento emocional a través del amor que te das a ti misma y a los demás.

Y aunque no forman parte específicamente del sistema reproductor están íntimamente vinculados a la sexualidad y el placer.

Lamentablemente, el sistema patriarcal nos ha educado para que las mujeres seamos un manantial infinito de dar: alimento, afecto, tiempo, etc. hasta el punto de agotarnos y olvidarnos de nutrirnos a nosotras mismas.

Se nos ha hecho creer que si ponemos nuestras necesidades primero somos egoístas o desconsideradas.

En la mayoría de los casos hemos olvidado que si bien los pechos nutren hacia afuera, también deberían hacerlo hacia adentro. Es decir, debe existir un equilibrio entre lo que das y lo que recibes.

Con ambas fuerzas en equilibrio sentirás que fluyes con la vida más fácilmente. Cada vez que das, creas y expresas surge en ti un florecimiento genuino. Cuando te abres a recibir, disfrutas y agradeces, estás sembrando en ti la semilla para tu abundancia, que vuelves a compartir más tarde.

Entrar en ese flujo te permite estar conectada con tus ciclos naturales de expansión y contracción, de actividad y descanso, de entregar y tomar.

¿Qué sucede cuando te nutres a ti misma?

Pues que floreces y todo tu jardín se cubre de hermosas flores y colores.

Lo primero es recibir lo que proviene de ti misma: tiempo y atención.

El autocuidado requiere que te detengas a escuchar, observar y reconocer tus propias necesidades.

Esto es crucial para poder atenderlas, encontrar los recursos dentro de ti, evaluar si necesitas aprender nuevas herramientas o pedir la ayuda precisa.

Todas las técnicas de autocuidado corporal, que vimos en el curso de MUJER TIERRA son de gran ayuda. Tales como aprender a relajar el cuerpo, practicar técnicas de respiración, tener una alimentación saludable.

La meditación, el mindfulness o cualquier otro tipo de método de introspección te serán muy útiles para entender tus emociones y regularlas.

También los ejercicios y las kriyas de kundalini yoga contribuirán a mover tu energía, eliminar los bloqueos energéticos y experimentar una nueva armonía.

Existen muchos recursos específicos en kundalini yoga para la salud mamaria. Yo personalmente te recomiendo el programa para crear «Salud de las mamas» de mi amiga y compañera Eva Massana. Yo he aprendido mucho sobre el cuidado de los pechos y mi autocuidado en general. Te animo a que le eches un vistazo porque te da muchas claves para tener una buena relación con tus mamas y con tu nutrición y autosustento.

Algo que confirmé con este curso es que cuando te amas, no te dañas, Cuando te aceptas y te amas profundamente estás dispuesta a seguir los deseos de tu corazón y a hacer lo que te apasiona. Y no hay nada tan nutritivo como eso.

Cómo conectar con tus pechos y el plexo cardiaco

La manera más sencilla de relacionarte con tus pechos es a través del masaje.

Es muy recomendable realizarte un buen masaje diario con un buen aceite natural. Mientras lo haces sé consciente de tus sensaciones, de lo que sientes. Conecta con tu cuerpo dándole amor y escuchando lo que te dice.

El masaje te permite una mejora en la circulación de la sangre y de la linfa, lo que hará que tu sistema linfático funcione mejor y elimine todas las toxinas y agentes nocivos para la salud de tus mamas.

Además masajear tus pechos estimula el sistema glandular, puede reducir el dolor y la inflamación, genera placer y activa la energía sexual.

Y lo que en mi opinión es muy importante: te permite ir desarrollando una comunicación íntima con tu cuerpo y contigo misma.

También es importante realizar ejercicios para la glándula timo, que además de ser fundamental para el sistema inmune, es la glándula correspondiente del plexo cardiaco, el que nos conecta con los sentimientos de alegría, amor y compasión.

En resumen, es importante tomar conciencia de la salud de nuestros pechos y tomar conciencia de que somos parte activa de ella. Hemos de darnos cuenta que son muchas las cosas que están en nuestra mano para prevenir dolencias en las mamas: alimentación saludable, ejercicio, descanso, etc. Y lo más importante vivir desde tu verdad cultivando el amor a ti misma y la actitud de agradecimiento por la vida.

Cuando te das a ti misma todo eso, con amor y aceptación, florecerá la mujer auténtica, valiosa y poderosa que habita en ti.


CURSO MUJER TIERRA

Un curso para conectar con tu cuerpo en el que aprenderás herramientas de autocuidado para generar mayor bienestar personal.

Puedes hacerlo a tu ritmo y revisarlo las veces que quieras porque lo tienes grabado y accesible de por vida.

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